john lennon y luis bravo

Un banco del Vedado, junto a Lennon, para Luis Bravo

En Cuba hoy se tolera el rock, hay una estatua de John Lennon en La Habana, y cerca de ella el club “El Submarino Amarillo”, pero pocos recuerdan a Luis Bravo, un precursor del rock en español en la isla.

La estatua de Lennon, sentado en un banco, puede interpretarse como la aceptación tácita del error que significó la marginación, prohibición, y hasta persecución del rock and roll, que en los años 1960 fue considerado oficialmente “música del enemigo”.

Eran malos tiempos para la música juvenil también en otra partes del mundo, pero en Cuba a los prejuicios se sumó la ideología. En un discurso ante universitarios Fidel Castro advirtió que las “actitudes elvispreslianas” no tenían cabida en la sociedad socialista.

Las canciones en idioma inglés fueron vetadas de la radio y la televisión. Los jóvenes con el pelo largo, pantalones estrechos, o camisas “hippies”, eran mal vistos y reprimidos por las autoridades.

EL ÍDOLO DE PALMA SORIANO

Uno de los artistas que más perdió con esa política fue Luis bravo, nacido en 1942 en Palma Soriano, en el este de Cuba, donde se dio a conocer como solista de Los Rítmicos, un grupo que interpretaba música cubana, mexicana y argentina.

Llegó a La Habana en 1959, y poco después ya era un ídolo entre los adolescentes amantes del rock and roll.

En los estudios de Radio Salas, en San Rafael y Consulado, grabó varios números y comenzó a cantar en el cabaret Nacional de Prado.

Luego fue contratado por la discográfica «Velvet», con la cual grabó dos LP: Luis Bravo y Tus Canciones, acompañado por la Orquesta Eddy Gaytán, y más de una decena de 45 RPM.

Aunque grabó algunos temas propios (El Turista; No me quieres; A veces y Un joven sin amor) su éxito fue en realidad con las versiones en español de canciones como Adán y Eva, de Paul Anka y  El fantasma del circo (Look for star) del británico Gary Mills.

Otros covers muy populares en la isla fueron Elenita (One Way Ticket) y Oh Carol, ambas de Neil Sedaka), Pon tu cabeza en mi hombro (Put Your Head in My Shoulder), de Paul Anka, y Tiernamente (“Torna Sorrento”).

De Elvis Presley versionó su Ahora o nunca (It’s Now or Never”, que era a su vez una versión de la canción italiana “O sole mio”), así como Nunca en domingo («Ta Pediá tou Pireá) del griego Mános Hatzidákis.

A continuación puedes escuchar una selección de canciones de Luis Bravo en nuestra play list de Spotify:

ROCK EN ESPAÑOL


Su estilo hoy podría calificarse como rock and roll, Latin y pop.

Según los registros discográficos, en 1961 ya había vendido 500,000 copias, y obtuvo 3 discos de oro, lo que era un buen record para aquellos tiempos en la isla de unos seis millones de habitantes.

Luis Bravo, uno de los precursores olvidados del rock en español, no resistió la presión de aquellos tiempos en que su música era considerada una «desviación ideológica», y en 1962 se fue Venezuela y luego a Miami, donde vivió hasta su fallecimiento, pobre y todavía joven.

La causa del fallecimiento fue cirrosis hepática, causada por el exceso de bebidas alcohólicas, en la que aparentemente se refugió decepcionado, luego haber sido en Cuba un ídolo casi adolescente.

En el blog “Mi Palma Soriano”, Menchy Gomez considera que si el otrora proscrito John Lennon tiene una estatua en La Habana, Luisito también debería tener la suya.

Por todo lo que Luisito Bravo representó para nuestra generación, me parece una idean encomiable y, quizás un buen lugar para honrarlo sería sentarlo, al lado del Beatle, en el mismo banco del parque de la calle 17 del Vedado.

Video recomendado de «La Terra Nostra Channel»


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