Taínos y calusas, navegantes… y amigos?

De otorgar credibilidad a las hipótesis de contactos precolombinos entre pobladores del Caribe y Norteamerica, la lógica llevaría a escoger dos grupos protagonistas: los taínos, aruacos caribeños, y los calusas, una de las tribus históricas de La Florida.

Si bien hay pocos elementos que pueden ser considerados un respaldo a la posibilidad de esos encuentros, es sabido que los taínos habían llegado a habitar el archipiélago de las Bahamas donde, según crónicas históricas, recibieron a Cristobal Colón en 1492.

Es entonces muy difícil negar la posibilidad que estos navegantes –que llegaron en canoas desde la Amazonia en América del Sur y poblaron gran parte de Las Antillas- se detuvieran ante las pocas millas que les separaban de la región continental norteamericana.

Algunos estiman que la peligrosa corriente del Golfo era una barrera infranqueable para sus embarcaciones, si intentaran llegar al punto más cercano del actual territorio de La Florida navegando en un ángulo de 90 grados.

Sin embargo, estudios computarizados que recrean las condiciones de hace miles de años realizados por investigadores, como el norteamericano Ryan Seidemann, demuestran que era una empresa difícil pero no imposible.

Según Seidemann, los arqueólogos pudieran estar buscando pruebas de esos contactos en el lugar equivocado, pues la corriente del golfo llevaría las canoas a un punto más al norte de La Florida, comenzando en Cabo Cañaveral.

Encuentros por demostrar

Otro elemento (este sí es generalmente aceptado) es el conocimiento de navegación delos taínos, que contaban con canoas de hasta más de 50 remeros, según los relatos de Colón y otros cronistas de su época.

También los calusas tenían una orientación marina. Su alimentación estaba enfocada en el mar y consecuentemente poseían una verdadera flota de canoas, además de canales artificiales para navegar por su territorio en el sudoeste de La Florida.

Para el investigador  William Marquardt, experto en el tema de los calusas, está claro que se trató de un grupo de buenos navegantes, con embarcaciones para travesías fluviales y marítimas, de carga, de guerra y una especie de catamaranes (dos canoas unidas por una plataforma).

Uno de los canales que construyeron todavía en 1896 tenía nueve metros de ancho, según la descripción hecha en ese momento por el antropólogo Frank Hamilton Cushing.

Realmente no existen pruebas contundentes del encuentro de la cultura caribeña de los taínos y las tribus históricas o paleo-indios de la Florida, aunque al mismo tiempo está claro que existieron condiciones para que se realizaran cuando menos viajes aislados.

La cercanía de ambas zonas y la capacidad y tecnología de navegación de los grupos de ambos lados hacen difícil creer que realmente no se hayan producido encuentros previos a la llegada de Colón a América. Pero eso queda por demostrar.

UnaPalabraSite


Descubre más desde Una Palabra+

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario